Ingredientes (6p):
- 500 gramos garbanzos cocidos
- 1 cebolla
- 2 tomates maduros para cocinar
- 3 huevos
- 1 vaso vino rancio
- Caldo de hervir los garbanzos
- 15 almendras
- 1 galleta
- 2 dientes ajo
- Perejil fresco
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Poner en remojo los garbanzos la noche anterior.
Al día siguiente cocer los garbanzos el tiempo necesario para que estén tiernos. Reservar el agua de su cocción.
Si prefieren utilizar garbanzos ya cocidos, como no tendrán el agua de su cocción, utilizar un caldo de pollo o verduras.
Pelar y picar la cebolla en trocitos pequeños, poner a sofreír en una cazuela con aceite de oliva virgen, hasta que la veamos coger color.
Rallar los tomates y cuando la cebolla esté en su punto, añadir a la cazuela, mezclar bien con la cebolla y dejar todo junto hasta que vean que el tomate ha perdido su agua y este concentrado, en ese momento añadir el vino rancio, en caso de que no tengan vino rancio, sustituirlo por vino blanco. Remover todo bien y dejar hasta que se evapore el alcohol.
Poner en la batidora, las almendras peladas, la galleta, los dientes de ajo pelados y unas ramas de perejil fresco junto con un poco del agua de cocer los garbanzos, batir bien hasta que esté todo bien triturado, añadir a la cazuela junto con los garbanzos, cubrir ligeramente con el agua de su cocción. Dejar 5 minutos a fuego lento.
Hervir los huevos, enfriar, pelar y echar a la cazuela cortados a trocitos medianos.
Mezclar todo bien y listo para servir.